VECINOS

Hoy tengo ganas de describirles a mis vecinos. Nuestros vecinos son una familia que tiene dos hijas: Paula y Amelia.
Paula tiene ocho años, es delgada y su pelo es rubio y rizado. Tiene los ojos azules. Cuando se ríe, siempre se pone la mano delante de la boca porque tiene los dientes un poco grandes. Siempre lleva pantalones y unas botas grandes, porque no le gustan ni los vestidos ni los zapatos de charol.
Amelia es alta y muy delgada. Tiene el pelo negro y muy rizado y su piel es de un bonito marrón oscuro. Siempre está sonriendo. Lleva un vestido de florecillas azules y rojas y unas zapatillas de tenis de color rosa.
Su madre es joven y se llama Concepción. Me gusta su pelo largo, rubio y sedoso que unas veces lleva suelto y otras recogido. Tiene los ojos claros, luminosos y soñadores y sus cejas son finas y arqueadas. Su tez, tersa y suave, es de color pálido. Es muy trabajadora y ordenada, amable y tierna. Algunas veces, cuando nos comportamos mal, nos riñe.
Su padre se llama Francisco. Francisco es una de las personas más conocidas y queridas en nuestro barrio. Siempre está ahí, diligente, con su mono verde de franjas reflejantes, su gorra marrón, su carro de enormes ruedas y sus dos armas más preciadas: la escoba, la pala y su carro. Con ellas lucha contra la suciedad.
Gracias a la labor de Francisco el parque en nuestro barrio amanece como una patena.
Sergio es amable y siempre saluda con su amable sonrisa a todos los vecinos.