Jorge y Pedro son amigos desde que eran niños. Se conocieron en el colegio, porque eran compañeros de clase y luego se hicieron muy buenos amigos, porque a los dos les encantaba el fútbol. Se pasaban los días en el estadio del barrio, corriendo y entrenando; además de meter goles en la portería, hacían flexiones y saltaban, para tener unas piernas más fuertes.
El tiempo pasó y cada uno estudió la carrera en la facultad que le interesaba. No tenían mucho tiempo para hacer cosas juntos, pero no dejaron de estar en contacto.
Acaban de encontrarse en una de las calles de su barrio.
JORGE: – Hola, Pedro, ¿qué tal?
PEDRO: – Ah, ¿cómo estás? Es que voy pensando en mis cosas y no te he reconocido. Te veo cansado, ¿estás bien?
JORGE: – Sí, sí, gracias. Lo único es que parece que vivo para trabajar. Me han nombrado jefe del departamento y no me queda tiempo para nada. Voy de la oficina a la cama y de la cama a la oficina.
PEDRO: – Es verdad, si quieres vivir bien, tienes que trabajar todo el tiempo. Pero mucha gente lo hace y al final se adapta. El cuerpo se les acostumbra. Solo tienes que esperar un poco y todo estará bien.
JORGE: Eso me lo han dicho muchos amigos. Pero han pasado cuatro meses ya y no ha cambiado nada, estoy sin fuerzas, la verdad. Estoy pensando en renunciar a mi nuevo puesto.
PEDRO: ¡Pero, ¡qué dices! ¡Ni hablar! Una cosa te quería preguntar, ¿haces deporte?
JORGE: Por supuesto que no hago deporte. ¿No te he dicho que no tengo fuerzas ni tiem-po? Yo, el deporte, lo veo solo en la tele, nunca me pierdo los partidos de fútbol, sobre todo si se celebra el campeonato de Europa o del Mundo. El tenis me interesa bastante, sigo los torneos de Wimbledon, por ejemplo. ¡Qué emoción! ¡Impresionante! Pero, claro, después de uno de esos partidos y varias cervezas no consigo dormirme y me despierto por la mañana hecho polvo.
PEDRO: Creo que ése es tu error. Debes practicar deporte, en vez de verlo tanto en la te-le, porque ayuda a combatir el estrés y además te hace más resistente. Podemos salir a correr en el parque por las noches si quieres. O puedes apuntarte a la piscina por la mañana temprana, antes del trabajo. Yo realmente lo disfruto. El deporte es muy bueno para la salud. Te voy a decir más, hace un año tuve un accidente con la moto, nada muy grave, pero tuve que estar en reposo durante un par de meses. Y lo pasé fatal, porque no hacía ejercicio, engordé unos kilos, dormía mal por las noches, ufff, horroroso… Y en cuanto el médico me lo permitió, volví a entrenar poco a poco. Unos paseos por las calles cada vez más largos, un par de sesiones de natación a la semana, subir y bajar las escaleras en vez de usar el ascensor, bueno, lo típico… Y en tres semanas me sentí mucho mejor. Es que la forma física se recupera en un abrir y cerrar de ojos.
JORGE: Creo que tienes toda la razón. Me voy a planificar algo de deporte. Me ayudará a relajarme y a mejorar mi forma física. Ya no me dará vergüenza ir a la playa, jejeje…
PEDRO: Si quieres, puedes apuntar el número de mi entrenador personal. No cobra mu-cho, pero da buenos consejos de nutrición y ayuda a calcular bien el esfuerzo necesario. Es un chico joven, pero muy profesional. Te ayudará, ni lo dudes.
JORGE: ¡Pues, me parece una excelente idea! Te lo agradezco de verdad…